La diputada del PAN, Katya Soto Escamilla, manifestó que México enfrenta un desmantelamiento institucional, que ha ocasionado un desequilibrio financiero y una falta de respuesta institucional y coordinada ante los desafíos que implican los desastres naturales, como fue el huracán Otis que afectó a Acapulco, Guerrero.
“Hoy padecemos esa omisión o culpa de un práctica discrecional del gobierno federal, cortar a rajatabla todo lo pasado, cortar cabezas, pues pareciera que es los más fácil, sin reflexionar, sin tener un poco de madurez política sobre lo que ya en otras tragedias había aplicado en casos semejantes”.
Afirmó que, antes estas prácticas e incluso del gobierno estatal emanado de Morena, los habitantes del puerto no tuvieron las advertencias de las alertas meteorológicas, mismas que iban describiendo la evolución de la tormenta tropical hasta un huracán con categoría 5.
Soto Escamilla lamentó que la actual administración federal olvidó dolosamente las lecciones aprendidas en años anteriores, como el fue el caso del huracán Paulina considerado categoría 4, hecho que dejó como lección una preparación adecuada y una coordinación entre las autoridades y la comunidad, para reducir significativamente el impacto del mismo.
Advirtió que con la desaparición del Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden), se eliminaron los recursos indispensables y necesarios para prevenir, afrontar y, ahora, reconstruir el puerto de Acapulco y demás poblaciones afectadas.
Katya Soto evidenció que el Ejército mexicano no puede aplicar el PLAN DN-3, ya que se encuentra rebasado por la tragedia y mencionó además que sus elementos están atendiendo otras tareas que no les corresponden.