Hace ya casi tres meses que inició el espacio exclusivo para mujeres en el transporte público, que tenía como objetivo evitar el acoso y la inseguridad en los camiones, un programa que no funcionó, por falta de interés de las mismas autoridades y vigilancia de quienes tendrían que hacerlo.
Los lugares marcados con morado, donde se especifica “Asientos preferentes mujeres”, generalmente son utilizados por hombres, pues aseguran que primero está la comodidad que las ocurrencias de las autoridades.
Y es que la mayoría de las líneas de 13 empresas ya cuentan con lugares para mujeres, donde se ve en las ventanas y en el piso que son para ello, pero son ocupadas por los hombres y los choferes dicen que ellos no están capacitados para pedirle a los usuarios se quiten de un lugar que se necesita para evitar el acoso.
Oliver, un chofer de transporte público aseguró que ellos no pueden quitar a los usuarios, que se sientan en los lugares para las mujeres, pero tampoco hay autoridades que supervisen estas acciones.
En cada transporte público hay destinados 12 asientos para mujeres, que se supone deben de estar en las 350 unidades.
El nulo trabajo se da aún cuando el 25 por ciento de las mujeres que viajan en transporte público se sienten acosadas, ya sea por los usuarios o el operador.
Hasta el momento se desconoce cuántas son las quejas de las usuarias por acoso, aunque sí se cuenta con un número para denunciar.